MISIÓN
VISIÓN
Cada niño del cuerpo de Cristo preparado para el reino de Dios.LOS OBJETIVOS DEL MINISTERIO INFANTIL
- Incrementar el alcance de la atención a los niños adventistas.
- Ayudar a los niños para que se sientan valorados e incluidos en el ministerio de la iglesia.
- Incrementar la atención de la iglesia a los niños no adventistas.
- Educar a los jóvenes y adultos para trabajar eficientemente con los niños.
- Sensibilizar a la iglesia hacia las necesidades y el potencial del Ministerio Infantil.
- Ayudar a los adultos para que se interesen en los niños de la iglesia, la comunidad y el mundo.
- Desarrollar y promover materiales con fundamento bíblico que se utilicen para enseñar a los niños desde su nacimiento hasta los 12 años.
¿QUÉ DESEA VER LA IGLESIA EN LOS NIÑOS DEL FUTURO?
- Que sean miembros más activos.
- Que tengan valores espirituales firmes.
- Que desarrollen una relación estrecha con Dios.
- Que tengan una mayor participación en los programas regulares de la iglesia.
- Que sean miembros capaces de mantener relaciones afectivas duraderas.
- Que den testimonio al mundo de la felicidad que produce el ser reconocido como hijos de Dios.
LOS DERECHOS DEL NIÑO Y LA NIÑA ADVENTISTA
LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS ADVENTISTAS TIENEN DERECHO A:
- Ser inducidos a aceptar a Cristo como su Salvador Personal.
- Saber que el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por la humanidad también los incluye.
- Tomar parte activa en las actividades de la iglesia.
- Ser tratados como hijos de Dios por parte de sus padres y las personas involucradas en su educación.
- Vivir en un hogar donde sus necesidades físicas, espirituales y emocionales sean satisfechas.
- Oportunidades donde se les ayude a desarrollar sus dones y talentos.
- Saber que son valiosos para Dios.
- Conocer a Jesús como un amigo que se interesa por sus problemas y está listo para brindarle ayuda.
- Experimentar el gozo del servicio participando activamente en la proclamación del evangelio.
- Adorar a Dios en espacios físicos que les provean bienestar general de tal manera que puedan ser sensibles a la influencia del Espíritu Santo.
- Libertad para expresar sus deseos y ser tratados como personas poseedoras de libre albedrio.
- Recibir enseñanza espiritual desde las primeras etapas de su vida.
- Al amor incondicional por parte de sus padres y líderes espirituales.